En el dinámico escenario empresarial, los gerentes de adquisiciones se encuentran a menudo en la línea del frente, especialmente en momentos de desafío como la actual escalada de inflación. La triple amenaza de aumentos en los precios de materias primas, interrupciones en el suministro y la persistente escasez de mano de obra plantea desafíos significativos. Sin embargo, existen siete estrategias clave que los gerentes de adquisiciones pueden implementar para ayudar a las empresas a superar los impactos de la inflación.
1. Identificar categorías de alto impacto
La clave es la anticipación. Utilizando su conocimiento y visibilidad del gasto, los gerentes de adquisiciones pueden identificar áreas de negocio de alto riesgo durante períodos de inflación. Categorías vinculadas a índices de productos básicos, productos con alto valor de producto básico y aquellos donde los aumentos de precios no pueden transferirse a los clientes son áreas críticas que requieren una atención específica.
2. Estrategias de cobertura
La cobertura es esencial para protegerse contra la inflación. La cobertura de compra, donde se fijan los precios de productos básicos necesarios para la producción futura, y la compra y retención de inventario, ofrecen opciones para mitigar las fluctuaciones de precios. Sin embargo, ambas estrategias tienen riesgos y beneficios que deben ser evaluados cuidadosamente.
3. Negociación con proveedores
En tiempos de inflación, los proveedores buscan trasladar costos a lo largo de la cadena de valor. Aquí es donde entra en juego la habilidad de negociación de adquisiciones. Utilizando análisis de costos, es posible reducir los aumentos propuestos por los proveedores. También se pueden explorar mejores condiciones contractuales, como la duración del contrato, la indexación y los límites a las escaladas de precios.
4. Recortar el gasto no estratégico
En momentos de crisis, la reducción de gastos no esenciales es una estrategia común. Los gerentes de adquisiciones pueden colaborar con otras áreas de la empresa para identificar áreas de gasto que no afecten negativamente al negocio a largo plazo, asegurando que la eficiencia no se vea comprometida.
5. Modificar el diseño del producto
Colaborar con el equipo de diseño e ingeniería es clave. Buscar materiales alternativos y más económicos puede reducir el costo por unidad. El equilibrio entre la reducción de costos y la preservación de la calidad es esencial para el éxito a largo plazo.
6. Buscar proveedores alternativos
Si los proveedores actuales no pueden comprometerse en cuanto a precios o términos contractuales, la exploración de nuevos proveedores, posiblemente en regiones diferentes, puede ser una estrategia viable. El Sudeste Asiático o México son opciones comunes para diversificar la fuente de suministro.
7. Contratación Interna (Insourcing)
La integración vertical, o insourcing, implica incorporar funciones subcontratadas dentro de la empresa. Esta estrategia puede generar ahorros en adquisiciones, pero debe equilibrarse cuidadosamente con los costos asociados con la creación de equipos internos para gestionar esas funciones.